Llevo aquí miles de años y he visto pasar varias culturas, los celtas, los romanos, que ya disfrutaban de nuestros manjares y vinos, y después de ellos, la turbulenta Edad Media, con la cultura religiosa y la construcción de imponentes edificios religiosos, como los monasterios de Sta. María de Montederramo o el de Sta. Cristina de Ribas de Sil que todavía puedes visitar, o fortificaciones como el castillo de Castro Caldelas.

Quizás todos ellos vinieron atraídos por la belleza de este territorio, rico en bosques de castaños, robles, abedules… y en los frutos que nos regalan. O por ser un lugar de riberas, alta y media montaña, ideal para la cría de ganado bovino, ovino o porcino de gran calidad. O por la gracia de estar bendecido por tres fántasticos ríos como son el Sil, el Navea o el Bibei, y en cuyas laderas se descuelgan las más antiguas cepas, madres de espléndidos vinos.

Disfruta como yo de ancetrales tradiciones culturales convertidas en fiestas, como el “entroido,” particularmente representado por personajes como los Boteiros de Vilariño de Conso y Viana do Bolo y la Mázcara de Manzaneda. Descubre nuestra gastronomía participando de la “Festa da Pisa da Castaña”, de Parada de Sil, única en Ourense, o de la “Festa da Bica” de Pobra de Trives, entre otras.